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Migración Indígena 

Mariana Calvo

Actualmente la imagen de los migrantes que provienen de América Latina es de personas que hablan español y que son mestizos. Sin embargo, hay otra migración que es sumamente importante y esa es la migración de personas indígenas. Por ejemplo, en el 2013 salió un artículo en National Geographic que narra las experiencias de personas de origen mixteco en California. En este artículo la autora Katya Cengel habló mucho sobre el hecho que muchas personas indígenas tienen que aprender español para poder aprender inglés y también dio unas cifras muy interesantes. 

 

En el censo del 2000 se reportaron que había 407,000 personas latinas que se identificaban como indígenas. Ese número se aumentó para el 2010, cuando se aumentó a 685,000 personas. Migrantes que pertenecen a las sesenta etnias indígenas en México han emigrado a Estados Unidos por muchos años, pero esa migración ha estado aumentando en los últimos años. Se piensa que en California hay hasta 200,000 personas de origen indígena. Estos datos nos hacen preguntar: 

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¿Cómo definimos a los latinos y a América Latina? ¿Es sólo un tema de geografía o de cultura?

Sin embargo, México no es el único país con personas indígenas y hay muchas personas de origen indígena que emigran desde países como Guatemala, Perú y Ecuador. De hecho unos de las migraciones indígenas más importantes ocurrió durante la guerra civil de Guatemala. Aunque se hablan 22 idiomas en Guatemala, la gran mayoría de personas indígenas en Guatemala son de origen Maya.

 

Aunque las historias son distintas, los migrantes indígenas tienen muchas experiencias similares. Por ejemplo, muchos de los migrantes indígenas vienen de zonas rurales y muchos no tienen educación formal. Por lo general las personas indígenas emigran a los Estados Unidos para obtener una mejor vida y para ayudar a sus familiares en sus países de origen. Otra pregunta que nos tenemos que preguntar sabiendo estos datos es: ¿Cómo afecta la discriminación que sufren personas indígenas en sus países de origen a la discriminación que sufren en los Estados Unidos?

Músicos mayas en San Cristobal, México

             Tomada por Mariana Calvo

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Sin embargo, México no es el único país con personas indígenas y hay muchas personas de origen indígena que emigran desde países como Guatemala, Perú y Ecuador. De hecho unos de las migraciones indígenas más importantes ocurrió durante la guerra civil de Guatemala. Aunque se hablan 22 idiomas en Guatemala, la gran mayoría de personas indígenas en Guatemala son de origen Maya.

 

Aunque las historias son distintas, los migrantes indígenas tienen muchas experiencias similares. Por ejemplo, muchos de los migrantes indígenas vienen de zonas rurales y muchos no tienen educación formal. Por lo general las personas indígenas emigran a los Estados Unidos para obtener una mejor vida y para ayudar a sus familiares en sus países de origen. Otra pregunta que nos tenemos que preguntar sabiendo estos datos es: ¿Cómo afecta la discriminación que sufren personas indígenas en sus países de origen a la discriminación que sufren en los Estados Unidos?

                      Zinacantán, México

                Tomada por Mariana Calvo

Sin embargo, también es importante recalcar que hay muchas personas indígenas que emigran dentro de sus propios países. Por ejemplo, muchas personas de origen mixteco ayudaron a construir el metro en la ciudad de México en los años sesenta. Otra tema muy interesante de la migración indígena es la migración de zonas rurales a zonas urbanas. Actualmente en México, una de cada tres personas indígenas vive en una ciudad.

 

La gran mayoría de personas indígenas siguen viviendo en zonas rurales pero actualmente muchas de ellas están emigrando a zonas urbanas. Por la discriminación que existe hacia las personas indígenas en América Latina muchas veces tienen muchas dificultades para encontrar trabajo y para encontrar un lugar donde vivir. A pesar de esas dificultades muchas personas indígenas logran mejorar su situación económica al migrar a distintas ciudades y/o países.

 

Actualmente las estadísticas muestran que la migración indígena va a seguir aumentando a nivel nacional e internacional, y es muy importante tomar en cuenta este fenómeno para generar cambios culturales y políticos que apoyen a estas poblaciones. Por lo tanto, la siguiente pregunta es: ¿Cómo podemos apoyar a migrantes indígenas en los Estados Unidos?

Migración Maya a EEUU

Mariana Calvo 

Actualmente la comunidad latina en los Estados Unidos es el 17.6% de la población y es la “etnia” más grande en el país. Por lo general, cuando la gente piensa en la comunidad latina pensamos que muchos de ellos son personas que hablan español y que se identifican como mestizos. Sin embargo, la identidad latina es mucho más compleja que eso y dentro de la comunidad latina hay personas con origines muy distintos, por ejemplo, hay personas que son de origen africano, europeo, asiático, etc. La migración de personas indígenas con orígenes en países latinoamericanos es sumamente importante pero cuando hablamos de migración por lo general no es un tema que se toca. Y cuando estamos analizando este fenómeno es importante preguntar: ¿Por qué no se habla de la migración indígena?

 

Por otro lado, mucha gente habla de la migración indígena como se fuera algo nuevo, sin embargo, la migración indígena tiene décadas, especialmente la migración maya. Los mayas son un grupo indígena que vive en México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador, pero su gran mayoría vive en el sureste de México y Guatemala. Los mayas son los descendientes de una civilización muy antigua y comparten muchas tradiciones y creencias, sin embargo, dentro de la comunidad maya se hablan más de treinta idiomas. 

 

Actualmente se estima que hay siete millones de personas de origen maya y que 500,000 de ellos viven en Estados Unidos. Dentro de la comunidad maya, la migración más antigua proviene de Guatemala. En los ochentas, miles de personas de origen indígena emigraron a los Estados Unidos huyendo la violencia durante la guerra civil. La guerra civil guatemalteca fue un conflicto armado entre el gobierno guatemalteco y un conjunto de grupos guerrilleros izquierdistas. Durante la guerra civil se murieron 200,000 personas y más del 80% fueron de origen indígena. En este conflicto, el gobierno estaba controlado por personas europeas y mestizas y ellos cometieron genocidio en contra de poblaciones mayas. Por lo tanto, muchas personas tuvieron que dejar sus comunidades para huir de la violencia y muchos de ellas eligieron irse a los Estados Unidos.

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​ Imagen de niñas mayas en Georgia tomado por Pastoral Maya 

Algunas de las comunidades más antiguas en los Estados Unidos están localizadas en Los Ángeles, Houston y en Florida. Estas comunidades son bastante grandes por ejemplo actualmente se estima que hay 60,000 personas de origen maya que viven en el estado de Florida. Estas comunidades llevan mucho tiempo existiendo en los Estados Unidos y muchas personas de origen guatemalteco que llegaron durante la guerra civil ya son ciudadanos. Por ejemplo, en el caso de Florida se estima que 29,000 de las 60,000 personas de origen maya son legales. Pero hay comunidades mayas por todo el país. Una comunidad que es muy importante para personas mayas en los Estados Unidos es Cherokee County. Cada año llegan más de cuatrocientas personas para celebrar a Santa Eulalia que es la santa de un pueblo con el mismo nombre en Huehuetenango, Guatemala.

Las personas mayas que viven en Cherokee County vienen de Santa Eulalia, Guatemala y hablan un idioma llamado Q’anjobal. Cuando hacen esta fiesta hacen un baile con la marimba y las mujeres usan sus trajes típicos. Personas mayas empezaron a llegar a Cherokee County en los noventas. La mayoría de ellos eran hombres que vinieron a Estados Unidos para mandar remesas a su comunidad, pero poco a poco empezaron a emigrar mujeres y ahora existe una comunidad más permanente. La mayoría de los migrantes mayas que viven en Cherokee County vinieron como indocumentados y trabajan en construcción, agricultura y en fábricas de pollo. Cuando estamos pensando en la migración de personas indocumentadas es importante preguntarnos: ¿Cuáles son las razones culturales, sociales, económicas y políticas que han generando la migración de personas indocumentadas? 

Muchos han podido mejorar su calidad de vida y la calidad de vida en sus comunidades en Guatemala, sin embargo eso ha venido con retos, y en el Estado de Georgia se han pasado leyes muy racistas que son anti inmigrante. En el 2006, el congreso de Georgia paso una ley que se llama “Georgia Security and Immigration Compliance Act (SB 529) en el 2006. Esta ley no deja que personas indocumentadas tengan derechos a servicios médicos, castiga a personas que emplean a personas indocumentadas y también permite que la policía ejerza leyes migratorias. Esta ley ha permitido que las personas indocumentadas, y por lo tanto las personas mayas en Georgia sufran más discriminación y explotación. Una pregunta interesante que podríamos investigar es si las personas indígenas sufren más discriminación frente al gobierno estadounidense? 

 

Muchas de las personas mayas en Georgia han protestado la discriminación que sufren y en formado organizaciones para prevenir abusos por parte del gobierno estadounidense. Este grupo de activistas se llama Proyecto Pastoral Maya y trabajan con otros grupos mayas en Estados Unidos a través de la iglesia católica. Este grupo no solo se dedica a protestar sino también organiza eventos como el festival de Santa Eulalia y celebra la cultura maya en los Estados Unidos. Grupos como este son sumamente importantes y están apareciendo alrededor del país. 

Brother Towns 

Mariana Calvo 

Este documental hecho por el profesor de Duke, Charlie Thompson, cuenta las experiencias de migrantes mayas de Guatemala en Estados Unidos y de comunidades mayas en Guatemala. En este documental Thompson narra la historia de dos pueblos vinculados por la migración, Jacaltenango en Guatemala y Jupiter en Florida. Estos dos videos son clips de este documental. Al ver estos videos es importante preguntarse las siguientes preguntas: 

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¿Cómo se relaciona la comunidad en Guatemala que manda a migrantes a Estados Unidos con la comunidad de migrantes en Estados Unidos? y ¿Cómo se identifican las personas indígenas en Estados Unidos?

De San Juan Ostuncalco a Morristown, New Jersey

Mariana Calvo 

En Morristown, New Jersey hay una comunidad de guatemaltecos de un pueblo llamado San Juan Ostuncalco. Las siguientes imágenes son fotos de San Juan Ostuncalco. San Juan Ostuncalco es una comunidad indígena muy importante en Guatemala y estas imágenes nos muestran los lugares de donde vienen migrantes indígenas. Todas estas fotos las tomó Mariana Calvo. 

Entrevista con un migrante K'iche' 

Mariana Calvo

Esta es una entrevista con Hugo, un migrante de origen K'iche' en Guatemala que hice en agosto del 2015. La mayoría de las imágenes que aparecen en este artículo las tomé yo cuando estuve en Guatemala. Al leer esta entrevista quiero que se pregunten las siguientes cosas: ¿Cómo se distingue la experiencia indígena a la experiencia mestiza en los Estados Unidos? ¿Por qué existe discriminación hacia personas indígenas en México? y ¿Qué podemos hacer para que la gente respete y valore a las personas indígenas?

 

Mariana: ¿Por qué te fuiste a Estados Unidos? 

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Hugo:  Este la verdad es que nosotros vivíamos en una situación en donde nuestro hogar era muy sencillo, muy sencillo, muy sencillo, contábamos con una cocina, lo utilizábamos como cuarto, como dormitorio, sala y comedor, de todo. Allí utilizábamos todo. La ropa de los niños la guardábamos en cajas de cartón. entonces solo teníamos un roperito pero lo ocupamos para la ropa nuestra. Entonces allí manteníamos nuestra ropa, pero entonces toda esa situación en donde yo quería seguir estudiando pero yo dejé de estudiar pero ya casado y el trabajo no me daba abasto y da la necesidad de entrar en la casa y ver que los niños todos incomodos cuando llovía nuestras laminas estaban rotas entonces goteaba verdad. Nosotros poníamos cubetas aquí y palanganas acá y era una situación muy difícil, muy difícil. Entonces yo estudié este en el conservatorio de música y entonces teníamos por lo menos un diploma para desarrollarme en la música me desarrollé un poquito pero no gané lo suficiente. Entonces yo me cambiaba, me vestía iba a trabajar con música pero cuando regresaba entrar en casa era una desesperación total porque ver todo, llegar a lugares bonitos y todo y llegar en casa era un poquito horrible verdad.

 

 Entonces eso fue la situación entonces yo conseguí un buen trabajo gracias a Dios en Retalhuleu trabajé en Tirsa. Entonces allí nos empezamos un poquito a levantar pero dio la casualidad que llevaba 3 meses de trabajar cuando sucedió un problema con este presidente Colón, mataron a un magistrado ellos. Entonces los fondos se detuvieron entonces a todos los trabajadores nos dieron de baja yo ya había dejado todos los trabajos casi de música donde me podía sostener y nos dieron de baja allí a todos. No despedido pero nos dieron de baja pero nos recibíamos sueldo. Toda esa desesperación vino en total a mi mente y yo le dije a mi esposa, me voy. Me voy a ir a otro lugar, porque no puedo yo a ustedes tenerlos así. O sea a mi da mucho sentimiento pues recordar esos momentos verdad pero, entonces eso fue lo que me hizo a irme de acá. ¿Entonces a mi amigo y cómo? Y tenías que pagar coyote para irte allá verdad. Y le dije, yo no voy a pagar. Si yo tuviera ese dinero para pagar mejor pongo mi negocio verdad pero no tengo. Yo me voy solo. Yo le voy a pedir a Dios que me cuide. Entonces eso, eso fue la situación totalmente completo pues que la casa.

 

Entonces eso, yo me fui solo, me fui en todas las vías del tren, me fui pero llevaba una decisión totalmente porque el primer paso que crucé yo, yo crucé aquí por Tecun. Entonces de allí para allá agarré un taxi para llegar. ¿Cómo se llama? A Chiapas. Pero me detuvieron en el camino, me regresaron. Pero yo dije namás me dejan, regreso otra vez. Y hice eso. Namás me dejaron en la frontera ya de Talisman regresé y me fui. Allí si me fui directo me fui de combi en combi así que de estado en estado hasta llegar hasta Arriaga. Ya de Arriaga allí se me fui un puro tren. En puro tren me fui. Digamos en cada parte digamos de allí, tomé como unos siete trenes en el camino y viendo toda la situación del camino pues.  

Mariana: ¿cuanto tiempo tardas en llegar a la frontera tomando los trenes?

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Hugo: Hasta, yo llegue en la frontera en Piedras Negras allí entre en 15 días llegue hasta alla. En 20 días estaba hasta Nueva York y esos tres días que cruzamos de allá para, para cómo se llama, este. A no, Entonces fue algo menos porque posiblemente unos 12 días en tren, 12 días porque tres, tres días hicimos para cruzar el desierto. Estuve allá en Houston, ya en Houston para allá tardaron otros dos días en medio que hicieron un total de 20 días para allá. 20 días hasta llegar a Nueva York. 

 

Mariana: ¿y cómo es el tren, es peligroso? 

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Hugo: Muchísimo. Muy peligroso. Muy peligroso porque digamos el, el uno tiene, bueno no puede, no me imagine eso al irme, verdad al ver esa situación, nosotros conseguí un compañero, no nos fuimos juntos, pero lo encontré en el camino, nos hicimos compañeros, entonces nosotros e comprábamos tortillas con queso, pero a veces el tren duraba tres días, o a veces dos días, o a veces un día entero, ósea no había tren que podía durar digamos unas cuatro horas nada más. No existía un tren de esos, pero los trenes igual eran de carga, no eran de pasajeros verdad, sino que entonces eran de carga.

 

 

Digamos cuando llegamos en Arriaga el primer tren que tomamos un aproximado de 800 personas nos subimos al tren todos colgados, unos amarrados, otros ósea era totalmente duro verdad. En el primer viaje se quedaron, se quedó tirado un muchacho que iba así en frente de mí, no sé de dónde será, pero sentía mucho frío y él se acobijo, se acobijo bien y entonces en una de esas creo que se durmió y cayo porque como vamos en las góndolas, en las góndolas que vamos en las divisiones digamos alii iba, solo allí podemos estar nosotros y las que tienen góndolas son las que medio se puede ocupar uno. pero como había bastante gente como ochocientos en todo entonces había una presión total en donde había un espacio si uno se iba así parado así llegaba ósea no se puedo uno sentar o acostarse un ratito, no, así como uno ingreso así llega en ese viaje en el tren. Entonces allí el muchacho yo me imagino que se durmió. Yo solo vi que quedo no hubo ni ruido, nada. Totalmente porque como el ruido del tren es muy fuerte grito, grito, no sabemos y nadie supo de él. Entonces cuando llegamos en la primera parada del tren estaba este una casa hogar entonces les comunicamos a ellos que se quedó tirado y ellos regresaron supuestamente a ver, pero hasta no supimos si lo encontraron o no lo encontraron.

 

Mariana: Si me imagino que el tren este ha de ser muy impactante. ¿Cómo se suben o son paradas o? 

 

Hugo: si cuando el tren va caminando es cuando subimos. El tren nunca está parado en esperar a la gente, no, el tren va caminando. Ósea que él puede colgarse, se cuelga El que no puede no, eso es, fue un poquito menos siento yo en mi forma, en mi experiencia. Cada quien tendrá lo suyo. Verdad, pero en el primer tren fue la primera mala experiencia fue que este se quedó tirado. Entonces ya en el segundo allá por el Semental que le llaman entonces es una vuelta después de las puras montañas, son unas vueltas así grandes este muchos jóvenes y personas iban, pero arriba yo nunca fui arriba.  

Mariana: ¿Nunca te subiste hasta arriba? 

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Hugo: No yo, ósea si me subí a dar vuelta, pero solo para respirar, pero es muy peligroso. Dicho y hecho allí en el Semental dando la gran vueltonona salieron volando como unas quince personas tal vez ósea no de una solo por supuesto, pero me acuerdo. Se miraba que salía uno, que salía otro y salía otra verdad. Así de diferentes porque la presión de la vuelta es muy fuerte entonces allí se quedaron tirados y quien por ellos también saber verdad porque como ya era agarrar o era todo, entonces no no, ya no se supía de ellos verdad eso era lo bruto y allí mas dije yo no jamás me voy a subir si me voy a ir me voy a ir uno aquí abajo porque hay momentos donde el sueño lo agota totalmente a uno

 

Entonces yo lo que hacía cuando me dormía me amarraba con el cincho conforme a un tubo entonces si me dormía ese golpe me despertaba, pero me detenía porque cuando yo veía que ese otro que estaba suelto completamente se fue ya sabes verdad esa es la. Entonces ya llevaba yo otro miedo más uno pues se quedó tirado uno y el otro arriba yo dijo bueno aquí vengo con mas según yo. Pero ya cuando fuimos allí por Orizaba también fue horrible.

 

Entonces allí fue otra experiencia más porque entonces antes de llegar al estacionamiento nos quedamos tirados pero el tren lleva a una velocidad enorme y corrió una voz, no sé, pero quien empezó, dijeron que, ¡adelante está la migra! verdad entonces cada quien a tirarse como puede. 

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Mariana: ¿Se tiraron del tren? 

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Hugo: Entonces allí nos tiramos y nos golpeamos pues. Allí nos golpeamos y rodeamos la estación y fuimos esperar al tren adelante como ya esperamos el tren hasta adelante como un kilómetro adelante, el tren pasaba a una velocidad que no todos podían colgarse. Entonces, y mucho cuidado decía la gente, ¡allí arriba hace mucho frío! Pero yo decía aquí también es frío según yo. Pero cuando subimos yo ya arriba, yo sentía, yo sentía a la muerte en un momento porque el frío si es tremendo. Yo ya no aguantaba entonces lo que hacíamos era que entre los hombres nos juntábamos y nos dábamos calor. En una de esas se detuvo el tren, después de pasar todos los túneles se detuvo y no sabemos a qué hora era, pero era, estaba obscuro, tuvimos que buscar este monte, palos para juntarlos y calentarnos porque ya era insoportable el frío.  Llegando más hasta ya arriba allí por, antes de llegar a Medias Aguas, nos contaron de que habían personas los Zetas que allí secuestraban y todo.

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Y dije a, el miedo que le mete o uno la gente. Entonces nosotros seguimos, dicho y hecho, llegando a Medias Aguas comimos, fuimos al pueblo, regresamos a tomar el tren, cuando llegaron a secuestrar. Llegaron como 5 combis llegaron, se estacionaron y nos preguntaron si éramos guatemaltecos. Los guatemaltecos a los guatemaltecos, los hondureños, salvadoreños, salvadoreños. Así totalmente. Honestamente yo no vi a ni un mexicano, posiblemente estaban atrás. ¡Pero en si éramos como mismos paisanos, si porque yo decía que tal yo soy chapín!  decía. y si hablaban como nosotros, pues el acento se escucha cuando alguien no es. 

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Entonces nos juntaron, ya cuando nos juntaron después de que nos juntó el, allí vino el otro grupo atrás de él, posiblemente ellos eran los mexicanos verdad y entonces vos, vos, vos, vos y así a escoger cuando sea. Hasta yo sentí que las piernas me temblaron bastante sentí una presión así muy fuerte y yo solo vi como llevaron a los amigos que encontramos en el camino, a cualquiera, solo escogían. Haga de cuenta que estaban así entonces decían vos venirte para acá, vos también.

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Mariana: ¿Pero no a todos? 

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Hugo: No a todos, pero éramos raros los, los pocos que, que no, que no nos escogieron pues. Y yo clamándole a dios yo le decía dios mío ayúdame, ayúdame porque si yo miraba las escopetas, metralladoras que llevaban, pistolas, de todo. Si llevaban metralletas ellos allí. Llevaban de toda clase de armas llevaban. 

 

Mariana: ¿Como iban vestidos? 

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Hugo: Así de particular como nosotros. Si no, no llevaban uniforme, no no no, era así normal aja. Todos tenis, otros tenían zapatos, otras botas y así eran, de diferentes, pero si eran vestidos como nosotros porque no se miraba como decir, a quien viene, tal vez uno se corre o no. De repente se acercaron y de allí sacaron las armas y bueno y vamos, y uno de Mazatenango que iba conmigo que era así grande, bien grande él se quiso defender, no fue inútil porque lo golpearon con, la pistola y luego con la metralleta y allí lo aventaron y lo arrastraron  de todos modos lo llevaron y nos dijeron allí en este grupitos, estábamos como unos 50 tal vez y nos salvamos solo 10, solo 10 nos quedamos se llevaron a como a 40 de ese grupito porque cada quien había tenia grupos por ahí. 

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Si aja y allí siguieron jalando a los demás y entonces yo ya no dije nada me quedé verdad y si se mueren los disparamos, no se vayan a mover. Entonces nosotros, mi forma de pensar fue de que llevaban a ese grupo, nos llevaban a traer a nosotros de todos modos verdad. Entonces nos quedamos sentados y no aquí se terminó todo y se los estaban llevando, cuando se los llevaron apareció el tren y que hacemos, ¿nos vamos o nos quedamos? Pero el tren venia despacio. ¿Que hacemos si nos quedamos? Yo cuando veo de este otro lado aparecen otras, otros personajes igual vestidos de particular con motos y allí venían las escopetas también, metralletas venían desde otro lado. Ay yo dije, me quede así, pero si se vieron entre ellos, yo allí me quede totalmente loco, confundido. ¿Totalmente porque yo dije bueno que? estos no les hicieron mal, ni estos, ni a estos no, pero se separaron y nos dijeron levántense, levántense, métanse al tren y se van. 

 

Mariana: ¿Era otro grupo entonces?

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Hugo: Si era otro grupo, pero nosotros dijimos a bueno, ósea ahorita el asunto es que los que sobramos, nos suben y para practicar tiro yo eso me imagine verdad. Entonces yo me puse allí a llorar pues, allí se, allí me arrepentí, yo dije mi familia, ¡lastima! No le pensé bien verdad, pero cuando subí al, porque ya no pude subir al tren los nervios me traicionaron a pesar de que iba despacio el tren, llevaba mi mochila porque decían que ese otro tren duraba tres días entonces yo llevaba alimentos, llevaba tortillas, llevaba queso, llevaba agua. Pero yo dije ya no, ya no, mis piernas ya no, ya no. Pero cuando yo no podía subir llego un campanero me agarra del cincho con la moto, con la escopeta y todo. Y me dice baja la mochila, baja la mochila, me dijo, pero yo dije para que quiero la mochila. Se lo deje, se lo deje, aquí esta le dije, vaya me dijo, subite, y me ayudo a subir cuando llegue arriba, agarro la mochila, y (ruido, seña de que se la aventó,), váyase váyase, váyase, no miren para atrás, váyanse, váyanse. Me quedo totalmente confundido. 

 

Me quede totalmente confundido, no sé, no sé qué paso en ese rato. No sé si eran amigos de ellos o no eran amigos de ellos.  Como que, no se de veras. A veces cuando les cuento yo a ellos y lloro y les digo (ruido de dolor) yo les digo oye. Porque nos quedamos allí los que subimos, allí en ese, en esa góndola, éramos como 4 personas, 4, los otros si se subieron distribuidos, de los 10 que estábamos, pero ya no subimos juntos. Pero no nos hablamos dos días no se cada quien tenía algo por dentro y todo. Estaba desesperado. Ni comida, solo agua así tomamos. No pasaban una tortilla, de plano nos hizo mucho daño el susto pues, el susto tremendo.

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Mariana: ¿y nunca supieron de los demás? 

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Hugo: Si todavía, más adelante, no me recuerdo hasta donde llegue, de allí tome otro tren para llegar al distrito federal. Al llegar al distrito federal, ya no llevaba yo nadie, ni un compañero verdad, ya nadie, entonces había, vi que había un grupo, dije este ha de ser coyote despacio lo seguí solo para ver a donde van. Bajándonos del tren decide seguir a ese grupo , entonces cuando vi le dije a sus compañeros yo conozco una casa hogar dijo donde allí nos pueden ayudar, entonces yo dije entonces yo me voy allá. y entonces yo me fui, me fui a escondidas verdad. Me fui a escondidas detrás de ellos así aja. Cuando llegamos a la puerta el toco y toco y salió este, un sacerdote, entonces él le dijo que, ¿que quieres? Le dijo, no que los compañeros que no. tu eres pollero, le dijo tu vete. A la gente si le ayudo. Pero tú eres pollero y tu deberías de proteger a ellos, pero mira los estas exponiendo. Estas ganando detrás de ellos y los estas exponiendo bastante, tu vete a ver dónde te quedas durmiendo hay espacio en adelante. Pasamos.

 

Y yo me acerque verdad, que si ya no había espacio entonces nos dejaron en la puerta así a fuera. Allí nos quedamos dormidos. Puede que nos quedamos dormidos allí y allí al segundo día abrieron la puerta sale un grupo y entramos nosotros, vengan a comer, banense, y todo. Cuando veo, el compañero de Mazatenango allí estaba. Pero cuando él me vio, se abrazó allí yo sentí su dolor porque el lloraba amargamente, amargamente llorando, me dijo vos, me dijo. Que paso le dije. Y se puso a chillar no podía hablar. Y entonces yo le dije mira la mochila, traigo nuestra comida le dije yo. Como ya no comimos. Yo tengo dinero allí me dijo. Si tenes, allí está en la mochila. Entonces lo agarro, ay me dijo gracias. Mira, me dijo, y levanto la playera, wow, estaba torturado.

 

Mariana: ¿Los habían torturado?

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Hugo: Si dice que lo habían torturado dice. Entonces ya él me contó lo que paso allá y dice que los llevaron a una bodega en donde los tuvieron a todos y uno por uno los agarraban, los amarraban con laso y les pedían números telefónicos de personas que tenían en Estados Unidos, o de personas que tenían acá para que pagaran el rescate. No, no hay número. Muy bien (Seña de que les pegaron). ¡No! ¡Otra vez! Hasta que daban algún número telefónico, entonces a él le fue mal. y Cuando lo vi me dijo que lo violaron. Lo violaron y él me dijo yo aquí me quedo. Ya no me voy. Yo también le dije. Entonces ya no me voy yo le dije. Eso te paso le dije. Si. Entonces ya no me voy. No me dijo, pero yo voy a llamar a mi esposa para que nos pague el pasaje mejor paguemos de aquí para allá.

 

Yo no tengo dinero le dije por eso vine. No yo te doy me dijo porque, de veras aguardaste mis cosas no sabías si me ibas a encontrar o no. Si le dijo yo. También, llamo a su esposa, pero cuando llegamos en el bus para agarráramos para ir a la frontera, nos dice, el chofer, dice son 1500 pesos. Y el solo llevaba 2000, no alcanza, y le dijo yo vete tú, le dije vete. Yo me voy. Yo de plano me voy a regresar. Dije, voy a ver si...Pero ya no quiero que te vayas en tren me dijo, mira lo que me paso no quiero que te pase lo mismo me dijo. Está bien le dije yo. Pero quien te trajo hasta aquí, hasta el distrito le dije. ¿Ósea Como apareciste aquí? Entonces ya el, porque la esposa me deposito un poco de dinero a los Zetas, entonces ellos después de que recibieron el dinero me vinieron a dejar al distrito federal y aquí en esta casa hogar. A la gran, le dijo yo. Bueno, cuando él se fue, entonces yo le hablé a mi esposa, yo dije ya no más, ya no le dije. Llame, pero no, no entro ninguna llamada. 

 

Mariana: ¿no entro?

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Hugo: No, ni a quién. ¡Nadie! Entonces yo decide voy a seguir y tome otro tren de allí. Y me fui. Allí eso duro cuatro días ese tren. 

 

Mariana: ¿A Saltillo?

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Hugo: Si, ya llegando hasta allí este, nos dejó a medio camino como a las 3 de la mañana tal vez. entonces allí nos bajamos porque cambio de rumbo el tren, no se a dónde iba, pero alguien dijo no allí en ese no nos vayamos, porque eso va a no sé dónde. Está bien, nos paramos, pero cuando apareció otro tren, aparecía con una velocidad enorme. 

 

Donde yo sentí que mi iba a arrancar el brazo porque cuando yo vi que venía corrí lo agarre, pero la velocidad, un jalón que me dio. Lo solté mejor, pero yo sentí que me iba arrancar el brazo. Cuando yo vi a otro compañero, iba adelante y se subió, pero cuando se subió, no se dio cuenta que había un poste allá. Entonces Era como una señal, pero a él, allí se quedó tirado. Aja, es mi hermano decía el otro que estaba con él. Nosotros no veíamos nada. No teníamos ni luz ósea no se podía ver. 

 

Mariana: ¿Estaba obscuro? 

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Hugo: Obscuro, obscuro totalmente. Era como una montaña y a ver a ver, y el no, no reaccionaba y allí sí que cada quien vela pues por lo suyo apareció otro tren, cuando vi se subieron los compañeros y yo donde. ¡Solo estaba en la montaña! ¡Yo recuerdo, que dije ayúdame señor! Yo cerré los ojos y solo sentí que me agarré, pero igual sentí el golpe tremendo, jalón del cuerpo cuando sentí ya iba arriba. Allí me quede hasta llegar hasta, hasta la frontera en Piedras Negras. Allí en Piedras Negras dijo otro muchacho, yo conozco a un pollero ese nos puede cruzar al otro lado. Allí fuimos, cuando entramos con él, pues entramos y todo, se miraba bonito estaba tapado todo, pero ya cuando nos llamaron. (Sonido de la puerta)

 

Entonces pasamos con él nos dijo tienen un número telefónico, entramos en un cuarto, cuando uno tenía un muñeco de este vuelo de la muerte y lleno de candelas y fotos y todo. ¡Dije en qué lugar vine yo a caer! De veras. Ya Allí, allí, un arrepentimiento total pues. Pero igual uno va sobre la familia pues y allí cuando cruzamos el rio pues igual fue otro tormento también. Nos quedábamos durmiendo así en la tierra, el sol, sin cobijas, sin nada. Se nos acabó el agua, la comida, solo nos llevaron botecitos de maíz enlatados. Solo eso fue. Ya no pasaba, ya no queríamos comer. Hasta llegar el punto pues en donde fuimos a pantanos a traer el lodo y entonces con la misma playera nos metíamos así, y exprimíamos el lado. Entonces todavía salían gotas de agua. Entonces eso tomábamos porque ya no. Mujeres caían y no podíamos dejar a mujeres entonces teníamos que agarrar nosotros, los polleros nada ya era cuestión entre nosotros compañeros pues que decía uno, no lo dejemos. Todos tenemos la misma necesidad y nos ayudábamos hasta así llegar, llegamos con bastantes yo llegue con muchos este, espinas, este chinche, lleno de chinches. Tremendo. 

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Mariana: ¿y se encontraron serpientes?

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Hugo: Sí

 

Mariana: ¿coyotes y? 

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Hugo: Aja, coyotes, este, aullaban allí, encontramos también venados, bastantes venados. 

 

Mariana: ¿Cadáveres? 

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Hugo: Cadáveres no encontramos, porque como casi no nos mandaban ellos a caminar de día. De día nos estancaban, y solo caminábamos de noche. Entonces saber qué tanto no podíamos ver. Si. Solo parte de la tarde caminábamos, y de allí de noche. Ellos tenían su horario verdad, lo que se podían mover. 

 

Mariana: ¿y tenían vinculo ellos con los de las drogas? 

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Hugo: Si definitivamente, se veía, por eso le digo, cuando empezamos nosotros en la casa, solo allí pus fue notorio, tenían a la muerte allí y las fotos estas y, y digamos lo que llevaban ellos en la mochila nunca se compartió. 

 

Mariana: ¿Llevaban drogas? 

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Hugo: No podemos decir que era comida para no compartirlo o no podemos decir que es agua entonces porque no nos daban y ellos estaban sufriendo igual. Entonces no es algo comestible y ya se llevaban cuatro mochilas llevaban ellos. Llenas. 

 

Mariana: ¿y grandes? 

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Hugo: ¡Grandes! Grandes, Eran de este vuelo las mochilas que llevaban.

 

Mariana:  y la cargaban solo los polleros? 

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Hugo: Solo los polleros las cargaban, a nosotros no nos lo daban aja. Por eso es que ellos igual no ayudaban a los demás que se caían. Levántenlos ustedes, llévenselos nos decían a nosotros. 

 

Mariana: ¿Iban muchas mujeres? 

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Hugo: Llevábamos cinco mujeres. Pero iba una que parece la embarazaron los polleros. Solo vimos que la apartaron. Cuando estábamos esperando el cruce del rio, la llamaron y desapareció. Regreso como a las cuatro horas, pero toda decepcionada. Nosotros ya nos imaginamos que la violaron y en el camino ella fue vomitando todo el camino hasta donde llegamos. Así se fue. 

 

Mariana: ¿y nadie se quedó atrás? 

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Hugo: Nadie se quedó atrás. Todos, todos llegamos. Todos llegamos, pero a ella la estuvimos jalando. y donde en estuvo más que era (no se entiende) que habían abusado de ella porque el otro pollero le decía ya vez porque te dejas? Le decía. Entonces ay, nosotros todavía con coraje verdad entonces porque nosotros teníamos que llevarla a ella que ella no aguantaba, vomitaba. Cosa que comía, vomitaba. Y ya mostros no podíamos sostenernos nada. 

 

Mariana: ¿Había mexicanos con ustedes también? 

​

Hugo: ¡no!  allí si no llevábamos nada de Mexicanos, todos éramos de diferentes países centroamericanos. Solo eran los polleros los mexicanos si pues. Ay el otro detalle que no, no se lo pude contar, es cuando íbamos por el tren hubo un momento en el que nos bajamos y caminamos y encontramos a otros ladrones y no sabemos si eran Zetas, no sabemos verdad pero nos agarraron a todos y bueno a las mujeres les dijeron desnúdense todas, todas, y delante de nosotros pues ellas se desnudaron todas y ya querían empezar a abusar de ellas todos y cuando vi a una que era bien delgadita y ella dijo vénganse aquí conmigo dijo, ella se desnudó, y dijo tengo CIDA, allí ustedes les dijo aja y por ella ya no tocaron a las demás. Pero saben que pónganse su ropa y vállense de aquí dijo uno. No pues, hagan lo que tengan que hacer, si no tengo CIDA todavía, allí ustedes si lo hacen o no les dijo. Vístanse y lárguense de aquí, lárguense nos dijeron y nos largamos todos verdad entonces y dio la casualidad que esa misma mujer como nos perdimos en el camino.  La fui a encontrar mismo allí con ese coyote y cruzamos con ella para allá también. 

 

Mariana: ¿Y en que año cruzaste? ¿Eso en que año fue? 

​

Hugo: Eso fue en el ano, vamos a ver, llevo cuatro, cinco, cinco. Hace cinco años. 

En septiembre, en septiembre. Salí el 16 de septiembre acá. Si ese es el 16 de septiembre.

 

Mariana: y cuando estabas cruzando por México, ¿había mexicanos que los trataron bien? 

​

Hugo: Si en transcurso digamos del camino, había personas que nos daban de comer. Por ejemplo, cuando íbamos en el tren había un grupo de personas donde mantenían bolsas de comida. ¡Tomen! ¡Tomen! ¡Tomen! Gentes muy, muy bonitas. Había un pueblo que nunca lo olvido, pero lastimosamente, no supe su nombre. En donde el tren se estaciono, se paró y cuando se paró como que la gente ya estaba esperando, salió con esa ansiedad de poder dar. Imagínese. ¡Salieron de allí!  y dijeron que quieren comer. ¿Que quieren comer? Así uno se quedaba verdad, que raro porque no se sabe con la gente. Y traían la comida caliente, platos de comidas calientes con tortillas y quieres picante, quieres café, quieres pan, quieres agua, quieres esto. Y uno comía verdad y hasta que uno que terminaba y uno devolvía el plato, ¿quieres más? ¿Quieres para llevar? Quieres? Gracias, gracias si está bien. Llévatelo por favor, pero era una ansiedad de ellos el poder dar. Ese, ese pueblo si nunca lo olvido, muy especial. Es un pueblo donde las casas igual son de puro ladrillos, son muy humildes, muy humildes. No es ciudad. No, no es ciudad. Es, es parecido al desierto en frente de ellos aja. El lugarcito allí nos detuvimos en el pueblo, donde casi digamos como que las casas fueran de adobe de esa manera. Muy sencillo el pueblo, muy sencillo. 

 

Mariana: ¿y ellos dándoles de comer? 

​

Hugo: Ellos dándonos de comer. Todo mundo. Todo mundo salía. Toda la gente. Ósea lo extraño era si te gusta el picante, voy a traer decían. Si gracias. Y comíamos. La mayoría allí eran adolescentes y las señoras eran las que tenían las cosas y daban y daban. y comimos bastante café caliente. En todo el transcurso nunca comimos caliente ósea todo fue frío, tieso. Todo. Pero allí se sentía algo especial porque allí si nos ayudaron. 

 

Mariana: ¿y los albergues que tal eran? 

​

Hugo: Si en los albergues ayudan o uno bastante aja. Si uno ya no tiene ropa, escoja ropa allí dicen. Entonces hay mucha ropa y uno escoge ropa para cambiarse. Se van a uno le dan jabón. De todo, lo ayudan a uno. Solo pase el que estaba en Chiapas, pero no me recuerdo como se llama el lugar donde había varias personas también que no tenían pies, brazos, pero ellos ya estaban allí viviendo decían que eso paso. Si quieren síganse no mejor aquí quédense porque nosotros así resultamos decían No queremos que ustedes resulten igual, y no podemos regresar a nuestros países porque como vamos a llegar así. Carga vamos ir a ser nosotros venimos para prosperar, pero miren como estamos, como resultamos. 

 

Era triste verlos también y así como había gente buena que daba comida. Pasamos también después del distrito federal, pero era un pueblo, ay como le podría decir yo, en donde había este un, como se le llama a eso a donde aparecen, toreando los mexicanos. Como un estadio digamos.

​

Mariana: ¿de toros? 

​

Hugo:  aja! allí si no arrojaron, pero piedras aja. Ahora un montón de niños, adolescentes, estaban en ese lugar. Entonces yo decía niños, ¡mojados!  mojados! decían. Allí nosotros salimos porque como estábamos acostumbrados a recibir agua, pan o frutas, o algo, entonces salimos todos a ver y nos reciben con unas pedradas, todisimo. Todos los niños tirando y había personas mayores y risa para ellos verdad. ¡Dale, allí hay otro! Como que fueran un animal y empezaron a arrojar piedras golpearon como a cuatro personas en el grupo donde iba yo, no digamos en los demás. Cuatro personas con pedradas en la cabeza, bajamos a escondernos como podíamos entonces no se sabe con la gente. No se sabe. Allí si fue muy raro pues. 

 

Mariana: Muchos dicen que hay pueblos que se dedican a aventar comida.

​

Hugo: Si aja, si es lo que le digo estábamos acostumbrados a recibir frutas, a recibir agua, había en un lado donde igual nos pareció raro porque estaba la policía, ay todos con miedo no, pero la policía empezó a sacar agua. Empezó a sacar agua y pachones de agua a, y no hay manera de recibirlo verdad. Entonces es todo confuso pues en el camino ósea porque en ese momento en vez de recibir también comida, nombre pedradas nos tiraron, golpearon a varios de nosotros. y empezamos a repudiar a los mexicanos porque ya ni se entienden. Ya ni se entiende que es lo que pasa aja. Pero llegando allá a la frontera también en Piedras Negras es un ambiente tremendo donde mucha gente drogadicta. Mucha gente y son los que controlan. 

 

Mariana: ¿Ellos controlan? 

​

Hugo: ellos son los que controlan todo. Porque cuando llegamos, un compañero que había, que dijo yo conozco a pollero dijo, lo llamo antes de que llegáramos allá y entonces le dio cierta clave. Sera cierto? Dije yo. Cuando llegamos allí caval, ¿mucho drogadicto, que estaba pensado? Yo solo trato de ir a Piedras Negras, y no se da miedo pues el lugar y de una vez nos [atendieron]. Vénganse ustedes y a donde van. Y él le dijo, fíjate que esto y esto, y le dio la clave no sé qué tanto le dije. A ok, permítame y llamo. Pasen verdad. De allí pasamos como un túnel así de subterráneo de cemento como que fuera drenaje y allí estaba lleno de personas droga adictas inyectándose, otros (no se entiende) otros crack, otros fumando mariguana, y yo le dije vos y este es el único camino busquemos uno donde no haiga esta gente. No todo es así aquí me dijo, vamos no hay problema. 

 

Mariana: ¿Te imaginaste que el camino iba a ser así de difícil? 

​

Hugo: No jamás, jajá, no jamás. Jamás me lo imagine porque de habérmelo imaginando no hubiera caminado para allá. No, no, no lo hubiera hecho. Se han dado otros momentos donde me dicen ahora te vas, no, no. Si me voy, con visa o legal, si, lo contrario no. No no no, porque es una experiencia horrible. De allí me fui a vivir a Brooklyn en Nueva York. Estuve allí dos años. Le prometí a mi esposa que iba hacer dos años, tres si mucho, pero de allí unos, unos otros, nos queremos muchos nos gusta estar juntos. Y fue muy duro para mi estar allá.

 

Mariana: ¿Por qué? 

​

Hugo: un poquito, la mayoría de personas, hijos de hispanos son los más discriminadores.  Ósea le gritan a uno. Por ejemplo, un día digamos fuimos a recrearnos en una cancha que bonito y jugábamos, estábamos allí cuando llegaron. ¡Inmigrantes fuera!  de la cancha no pero no si estamos jugando. Ya salieron con bates y todos a sacarnos de allí y a gritarnos de todo. Palabras obscenas, y de todo, de todo. Nos sacaron. Igual yo me puso a llorar. Dije Y son hijos de padres hispanos, más bien las personas con quienes trabaje allá, trabaje con algunos americanos lo aprecian a uno mucho. 

 

Mariana: ¿Cómo tratan los mexicanos a los guatemaltecos? 

​

Hugo: Malísimo, malísimo, pero allí es otro tal vez otro tema porque allí si yo si no, no me rige pues. Allí si con ellos sí. No. Porque igual, ósea somos iguales, no, que diferencia puede haber entre uno el otro si ambos somos inmigrantes. Entonces cuando ellos se oponían porque ellos se creen dueños del lugar y entonces si se oponen, a mí me oponían también, eso les decía a mis hijos yo si me oponía les digo se enojaban conmigo. Un patrón por ejemplo un día no me quiso pagar, era un mexicano. No me quiso pagar esa vez. Y no me quiso pagar y fui hablar. Y fui hablar y por qué no me pagas. Asa. Vos No sabes que problemas tengo yo me dijo. A pues, vos tampoco sabes le dije que mi esposa está esperando dinero y si yo trabajo es para ganar, no voy a trabajar por gusto. Entonces yo veía la cosa muy seria, se tranquilizó. Entonces ya no se metían mucho conmigo, pero era un problema. Los mexicanos se creen dueños del lugar. tal vez porque estan mas cerca me imagino yo nada más. Me imagino. Por eso hay mucho, mucho choque, con ellos. 

​

Mariana: ¿En dónde trabajabas?

​

Hugo: En construcción, pero era horrible. Yo veía mucha discriminación. Al americano le pagaban de ocho de la mañana a cuatro o cinco de la tarde, 350 dólares. 350 dólares. Y a nosotros nos daban las 12 horas, 100 dólares. 

​

Una vez nos vimos en un problema en donde un italiano no me pago 1200 dólares yo le fui a hacer, no me recuerdo como se llama, Pero lo fui hacer un muro con ladrillo le hice bien bonito todo al italiano entonces me tenía que pagar la semana, 1200 dólares cuando le llegue a cobrar se desapareció.   y entonces yo llegué con el dueño de la casa, y le dijo señor dije yo ósea, yo no tengo nada que ver, yo ya le pagué a él, si él no te ha pagado es problema de él. Y yo me puse a llorar pues, son 1200 dólares y aquí no hay comida. ay, yo me enojé bastante, y empecé a buscarlo hasta que lo encontré, cuando lo encontré le fui a hablar le dijo bueno págame. No, no, él se hacía loco. Entonces lo fui a buscar a su casa, vi su casa donde era y le dije por favor págame y llegaba cobrar, no me dijo de allí alguien me dijo llama a la policía, llámalo para que te paguen. yo llame a la policía y como un, mi hermano maneja un poquito el inglés entonces fuimos a la casa de él y que paso llego la policía nos dijo él no te va a pagar me dijo, te vas a te llevo a la cárcel! No pude hacer nada.

 

Así que yo me puso a llorar bastante porque como uno no está en su país yo dije. Ósea que valió, ese trabajo lo hice y no me pagaron nada. No me pagaron nada. Y después fui a trabajar con un, con judío igual le fui hacer otro muro de ladrillo y todo, la primera semana me pago. La segunda semana ya no me lo pago. 800 dólares. No me lo pago y yo. Dicen que se fue para Israel, no lo sé. Tampoco me pago. Y, pero allí ya no llamé a la policía dije no voy a llamar para que me encierren otra vez a mí.

 

Mariana: ¿Cuantos hijos tenías cuando te fuiste?

​

Hugo:  Tres. Si ahorita sigo con tres. Solo tres. Si. Porque los estudios hay que pagarles eso a ellos también. Y solo vine de allá y vine a estudiar todavía acá dos años hasta el año pasado me gradué. Saqué mi bachillerato el año pasado entonces este ano pensaba seguir en la universidad, pero ya no pude no me dio el dinero la economía también entonces estoy pensando mejor en luchar por mis niños ahorita aquí. 

 

Mariana: ¿Qué edades tenían tus hijos cuando te fuiste? 

​

Hugo: la pequeña tenia uno, la otra tenía tres, cuatro perdones cuatro tenía la otra, y mi otro hijo tenía los 10 anos.

 

Mariana: ¿y los viste muy cambiados cuando regresaste? 

​

Hugo: Demasiado. Demasiado. Mi nena se lastimo mucho. Ella porque cuando yo vine ya no me hablaba. Cuando yo me fui se colgaba mucho de mí y no me quiso dejar ir y no podía hablar todavía, pero me agarro el día que yo me iba. Ay, me costó quitarle su manita y cuando vine y le hablé se fue a esconder allá. Qué raro dije yo. No. Pero yo pensé que no me conocía, yo no entendí su expresión en ese rato, no lo entendí y. Ella no me conoce yo dije, yo quiero hablar con papa, pero el que habla por teléfono me dice. Si soy yo, le digo, soy yo, le digo. No me dice. Ya se quedó. Al segundo día este fui con mi papa porque él no me había visto todavía, fui con él y entonces cuando estaba allá me llama mi esposa y me dice vente, me dice. Por qué le digo. Porque dice que la nena le dijo mama lo siento, perdóneme, perdóneme le dijo, que mija que paso, es que estaba aquí porque me tuve que dormir, se volvió a ir. Y lloraba amargamente, pero es mi culpa, es mi culpa decía. Y ya me llamo está llorando la nena, y le dije a mi papa y me vine entonces hasta allí entendí su expresión que ella estaba dolida y ella se estaba echando la culpa de que yo ya no estaba otra vez. Dice de por qué me tuve que dormir, por mi fue yo lo deje ir dice. Cuando la vi, la vine a abrazar yo me volvió a soltar a donde yo iba, ella iba. A donde yo iba, ella iba, ella iba. Hasta que ahorita me agarro otra vez confianza, ya ahorita ya no. Me deja, ya sale, yo salgo. Pero porque Ella sabe que yo estoy estable aja Si Le afecto más a ella que a mis otros dos hijos, tal vez les afecto, pero no tanto porque comprendían un poco más, pero a ella si le afecto mucho. Estoy muy feliz de estar en casa.

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4 preguntas para pensar, ¿por qué no nos hemos curado de la pérdida lingüística?

Por Michelle Anaya

4 preguntas para pensar, ¿por qué no nos hemos curado de la perdida lingüística?

Al público mexicano hablante de español como 2ª lengua

 

1.- ¿Te gustan los diseños huicholes?

SÍ – NO

2.- ¿Ha comprado pulseras, collares, bolsos o adornos indígenas?

SÍ - NO

3.- Cuando hablas con un indígena ¿usas el vocabulario de tu vida diaria o lo simplificas?

VIDA DIARIA – SIMPLIFICADO

4.- Si fueras lingüista ¿te dedicarías a estudiar lenguas indígenas a tiempo completo?

SÍ - NO

 

¿Qué dicen tus respuestas?

 

Pregunta 1

Bolfy Cottom, investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH indicó que hay un doble discurso y una doble moral. Veamos si tú la tienes:

 

SI RESPONDISTE SÍ

Significa que muy probablemente eres parte de una reivindicación del indígena abstracto, pues se aprecia su folclor, sus tradiciones y costumbres.

 

Pregunta 2

Seguimos buscando una doble moral.

 

SI RESPONDISTE SÍ

Nuevamente, es posible que seas parte de una reivindicación del indígena abstracto (arte y cultura)

 

Pregunta 3

 

La doble moral se pone negativa, sé sincero.  

 

SI RESPONDISTE VIDA DIARIA

Seguramente  te diriges a la población indígena con naturalidad y eso puede indicar que lo ves como tus iguales.

 

SI RESPONDISTE SIMPLIFICADO

Puedes tener diferentes motivos. Considera que Cottom también menciona que al indígena se le sigue viendo de una manera marginal, tratándolo (hablándole) como a un menor de edad o un discapacitado.

 

Pregunta 4

Futuro lingüista, ¿qué tan proactivo eres?…

 

SI RESPONDISTE SÍ

Podrías pertenecer al 30% de lingüistas en el país que se dedican a eso J  

 

Este breve test explica solo algunas repuestas y está hecho únicamente para pensar un poco en nuestras propias ideas sobre las lenguas y cultura indígena. Cotton, antes mencionado, señala que la pérdida de una lengua equivale a la pérdida de seres humanos. También indica que esta situación es “producto de la migración, la pobreza, la miseria y violencia, [esto implica que] mucho del conocimiento que ha forjado a este país, así como la identidad sobre el cual se basa la idea de nación [podría perderse].”

 

Es muy importante recuperar una lengua indígena pero es más importante ocuparnos en el estado actual de nuestra sociedad, ¿por qué el indígena tiene que salir de su comunidad? ¿por qué tiene que renunciar a su lengua? ¿por qué no recibe la misma paga? ¿será que el problema en realidad es más profundo?

 

Desde mi punto de vista, salvar una lengua es ponerle un curita a una herida que necesita puntadas. ¿Quiénes dirigen y reparten los recursos del país? ¿Son capaces de distribuirlos equitativamente? ¿La pobreza indígena tiene que ver solo con la repartición de recursos? ¿Qué necesitamos para cambiar la situación de las poblaciones minoritarias?

 

En mi perspectiva me parece que uno puede empezar con algo fundamental: cambiar su forma de ver al indígena, renunciar a la doble moral, aprender sobre su lengua y su cultura, ser un patrón justo y un vecino amable. Las lenguas como la sociedad cambian por la fuerza de los de abajo, no solo por el poder de los de arriba.

El emigrante - Los tigres del norte
Ian Silvers

Aunque esta canción no trata directamente el tema de la migración indígena, habla de las dificultades de salir de su patria y viajar sin muchos recursos a otro lugar. Así mismo, habla sobre uno de los problemas con la migración indígena de los que hemos hablado en nuestra clase: la discriminación y la violación de los derechos humanos.  En la letra de esta canción, los Tigres del Norte hablan dicen:

​

“Hay patrias que te cobijan

Si les conviene

Y te violan los derechos

Y tu forma de vivir”

 

Esto muestra las infracciones que se puede esperar cuando hay inmigración, especialmente con personas indígenas, quienes son las que más sufren.

El zapoteca en Los Ángeles
Ian Silvers

En Los Ángeles, hay la presencia de 1,500 personas de un pueblo en Oaxaca que se llama San Bartolomé Zoogocho. La migración de este grupo indígena que habla zapoteca ha resultado en un resurgimiento de la lengua, usando un método innovado por la lingüista Leanne Hinton, profesora de la Universidad de California, Berkeley.

         Mientras la lengua se está revitalizando en Los Ángeles, hay menos de 400 personas en el pueblo San Bartolomé Zoogocho en México. Esto ha creado una situación interesante, porque si hay una posibilidad de revitalizar la lengua zapoteca, va a ocurrir en Los Ángeles, en los Estados Unidos.

         Esta ola de inmigración a los Estados Unidos por la gente zapoteca empezó en los años 1970s.  La mayoría han seguido más o menos el mismo camino, inmigrando de comunidades rurales en Oaxaca para trabajar en los Estados Unidos.  En muchos casos, mandan dinero a sus familias en México.  Mientras la población zapoteca del pueblo San Bartolomé Zoogocho solo tiene 400 personas en Los Ángeles, la población de Oaxaca en Los Ángeles cuenta con más de 50.000.

(https://www.pri.org/stories/2013-08-08/push-keep-zapotec-language-alive-los-angeles)

El estado migrante - Perú
Ian Silvers

México no es el único país que tiene migración indígena. En Perú, la inmigración desde los pueblos en los Andes hasta la capital, Lima, es un fenómeno interesante.  De una población de 30 millones de personas, ha habido más de 8 millones de migrantes entre 1940 y 2010.  La migración ha producido una cultura nueva, mestiza, que tiene su propio sentido de ley y moralidad. Sin embargo, los cambios económicos y políticos han sido increíbles. El artículo “The migrant nation” cuenta como “ascendió una imparable ola de cambio social que rompió las oligárquicas estructuras políticas y económicas de Perú” [traducción].  El autor del libro sobre el que habla este artículo, Desborde Popular y Crisis del Estado, fue escrito por José Matos Mar, un antropólogo nacido de una madre quechua.  Según Matos Mar, la migración en Perú, en gran parte por gente indígena, ha estimulado la modernización económica, la democracia y el aumento de una clase media más fuerte y diversa.

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