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Discriminación en nuestras comunidades - Por Elizabeth 

​Este dibujo protesta contra el artículo 230 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión en Méxcio. La ley intenta establecer “que las transmisiones de radio deben hacerse “en lengua nacional”, entendida ésta como el idioma español.”
Introducción

Como un Senior, estoy en una época pensativa. Pensando en todas la clases que he tomado en mis cuatro años hermosos en Duke. Nuestra clase, “Derechos Lingüísticos,” ha sido una de las clases más impactantes. Aprendí sobre la enorme diversidad lingüística en América Latina (Hay 364 lenguas en México solo según el reporte de CONAPRED que leímos en clase). Aprendí sobre la importancia de educación multilingüe y intercultural. Aprendí sobre los vínculos entre la lengua y la identidad.

 

He aprendido mucho. Pero más que todo, aprendí que tengo un privilegio además de mi color de piel y mi nivel de educación del que no era muy consciente antes. Ser hablante de inglés en una sociedad angloparlante me ha proporcionado muchos privilegios. Leímos un articulo de Tove Skutnabb-Kangas que explica que solo hablantes de lenguas oficiales disfrutan de derechos lingüísticos. Aunque el inglés técnicamente no es la lengua oficial de los Estados Unidos, se ha convertido en una lingua franca en casi todo el mundo debido al colonialismo literal y económico. Este artículo me ayudó a entender porque mis experiencias luchando por entender un idioma nuevo (por ejemplo, la primera vez que fui a Argentina) no tiene casi nada que ver con la experiencia lingüística de, por ejemplo, una persona indígena en Perú o un inmigrante hispanohablante en los Estados Unidos. Aunque era difícil manejar una lengua nueva, nunca me han negado ningún de los derechos lingüísticos que destaca La Declaración Universal de Derechos Lingüísticos de 1996. Siempre puedo interactuar con la administración pública y organismos oficiales en mi lengua, aún en países extranjeros no angloparlantes. Siempre tengo acceso a medios de comunicación en mi lengua. Tengo acceso a educación en mi lengua en casi cada país en el mundo. Y quizás lo más importante es que nadie me ha hecho sentir menos por mi lengua.

 

Inherente en el privilegio es la capacidad de no pensar en el privilegio. Pero el cambio epistémico del que habla Walter Mignolo en su texto Delinking implica un proceso de repensar. Por eso, voy a buscar varios artículos, videos, etcétera que tienen que ver con la discriminación lingüística en comunidades que han sido significativas en mi vida y comentar sobre ellos acá en este blog. Espero que este proceso me ayude a poner mi propio privilegio en contexto.

Salta, Argentina

Pasé dos veranos hermosos en el norte de Argentina en la cuidad de Salta. Allá, encontré gente amable y cálida que sigo considerando unos de mis mejores amigos en el mundo. Encontré belleza natural sin igual en los cerros de Cafayate. Pero también encontré unas cosas inesperadas. Sin saberlo en ese momento, noté la influencia colonial, y consecuentemente, la tendencia de valorar lo europeo sobre lo indígena. La noté en la arquitectura colonial, la comida italiana riquísima, y especialmente la noté cuando un bravucón me dejó entrar a una discoteca, pero no a mis hermanas anfitrionas y sus amigos (todos tienen piel oscuro por sus raíces indígenas) por “no tener la ropa adecuada.” No fue difícil entender su subtexto cuando miramos varios jóvenes con ropa peor, pero todos con piel clara como yo, entrar sin problema. En ese momento, reaccioné con ira contra el bravucón racista, pero no pensé en sus acciones como una posible herencia colonial que nos controla mentalmente por imponer un estándar de belleza bien colonial. No pretendo decir que entiendo perfectamente las motivaciones del bravucón, ni que Argentina es un lugar más racista que los Estados Unidos, porque en realidad creo que es totalmente lo opuesto. Más bien, esta experiencia fue notable para mí porque me acercó a la colonialidad viva en América Latina, y este seminario me ha ayudado a entender la manera en que la discriminación lingüística forma parte de esta herencia colonial. 

 

La provincia de Salta tiene una presencia muy alta de gente indígena comparada con otras provincias. Sin embargo, vi una tendencia en Salta de valorar lo europeo y ocultar lo indígena. Por eso, este articulo me llamó la atención.

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Aunque muchos piensan en Argentina como el país más europeo de América Latina, su población indígena es significativa  y sus derechos merecen reconocimiento. Este artículo menciona muchos de los conceptos de los que hemos hablado en clase, incluso la importancia de la educación intercultural, los retos del cambio institucional, los problemas que implica la urbanización, y más. Este articulo me ayudó a contextualizar las ideas teóricas que hemos discutido en clase en un lugar que conozco bien.

 

Una idea que me llamó la atención fue que el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Raúl Ruidíaz, cree que la falta de educación para apoyar hablantes de lenguas amerindias es un proceso intencional de castellanización. Él dice, “Es una culturización, no una educación.” Éste parece confirmar lo que leímos en clase en el artículo de Daniel Hernández Rosete en su articulo “Ser bilingüe en escuelas públicas de La Merced.” En muchos lugares, la educación es más “una alegoría” que la realidad.

 

No tiene sentido que en Salta, un lugar donde lo indígena tiene tanta importancia cultural, grupos como los wichí enfrentan tanta discriminación, lingüística o no. Ruidíaz dice “A medida que se alejan de su tierra, hay mucha gente que, por una cuestión de aceptación y reconocimiento, por mucho tiempo prefirió decir que era salteño a que era wichí.”

 

Reconocer el derecho humano fundamental a la educación en su lengua sería un paso importante para dar reconocimiento y aceptación a estos grupos en Argentina y más allá.

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Gales

Gales, y la lengua galés, son muy importantes para mí y para mi familia. Mi madre es originalmente de Gales, y he pasado mucho tiempo allá. Mi madre y abuela hablan el galés como primera lengua, y me da pena que he perdido esta parte de la identidad cultural de mi familia.

 

Sin embargo, mi caso no es único. Según el National Survey for Wales, hoy día, solo 19% de la población Galés habla el galés. Por eso, el gobierno está intentando fomentar la lengua con escuelas bilingües y otras políticas. El apoyo gubernamental es algo nuevo. En los siglos XIX y XX, con el apoyo del gobierno, maestros utilizaron el “Welsh Not,” un palo inscrito con “W.N” para humillar y castigar a los niños que hablaban el galés en la escuela. Este video, hecho por estudiantes galeses, muestra una escena típica de humillación.

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Políticas así que favorecieron el inglés como la única lengua aceptable, junto con cuestiones económicas, causaron el declive de esta lengua rica. Me hizo pensar en casos que estudiamos en clase de los “Indian Schools” en Estados Unidos que intentaron erradicar lenguas y culturas indígenas, y otros casos parecidos en América Latina que representan un proceso intencional de la castellanización. Sin embargo, reconozco que el colonialismo ha tenido consecuencias mucho más fuertes en América Latina que en Gales, y que las situaciones no son iguales. Además, casi nadie es monolingüe en el galés, algo que da otra dimensión a este problema.

 

Hoy día, la revitalización del galés es algo polémico. Por un lado, muchas personas creen que el uso del galés (y aún el acento galés en Inglaterra) es estigmatizado y discriminado y necesita el apoyo del gobierno. Por ejemplo, cuando Thomas Cook, una agencia de viajes, prohibió el uso del galés por sus empleados, causó mucha protesta en el Norte de Gales, donde la gran mayoría de la población habla el galés. (artículo abajo)

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Por otro lado, hay personas que creen que el inglés es discriminado. Por ejemplo, para trabajar en el sector público en Gales, es un requisito hablar el galés. Muchas personas creen que esta ley es anticuada y niega oportunidades a 80% de la población que no habla el galés. Creo que este argumento tiene validez, porque no todo el mundo tiene acceso a la educación en galés. Creo que los dos argumentos son interesantes e importantes, pero ¿es posible que una lengua dominante (en este caso el inglés) sea discriminada?

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Creo que el caso del Gales es un ejemplo interesante del daño que puede causar “English Only” y otras políticas discriminatorias. Realmente espero que la lengua se pueda recuperar, porque aunque no hablo bien la lengua, es una parte significativa de mi cultura. Pensar en el peligro que enfrenta mi propia cultura me ha ayudado a acercarme un poco más a los casos de los que hemos hablado en clase. Sin embargo, reconozco que, siendo británica, nunca puedo entender exactamente lo que es perder una lengua indígena o ser discriminada por su uso.

Durham, North Carolina

Gales y Salta son lugares muy significativo en mi vida, pero Durham, mi hogar por los últimos cuatro años, es quizás más significativo. Por eso, fue particularmente horrible darme cuenta de que la discriminación lingüística existe acá en nuestra propia comunidad. Cuando estuve buscando un tema para mi propuesta de investigación para nuestra clase, encontré un artículo sobre un caso en que Durham Public Schools (DPS) fue demandado por el Southern Poverty Law Center (SPLC) por discriminación contra estudiantes latinos en 2011. La mayoría de la demanda se trata de discriminación de naturaleza lingüística. Hablo de este caso en mi propuesta también, pero porque tiene tanta relevancia a nosotros, quiero compartir mis pensamientos en una forma más amplia y pública.

 

El incidente que impulsó la demanda fue cuando un profesor de Northern High School empujó a un estudiante hispanohablante contra una pared y le dijo “go back where you came from.” Supuestamente, el profesor se frustró cuando el estudiante trató de traducir para su amigo que no entendía el inglés. Según la demanda, el uso de insultos étnicos por maestros era común cuando los estudiantes hablaban español en clase.

 

Sin embargo, el problema más fuerte que vi en el artículo no es la discriminación explícita, sino políticas de las escuelas que negaron el acceso igualitario a la educación. Por ejemplo, solo había tres traductores en el distrito para apoyar más que 5,300 estudiantes hispanohablantes. Además documentos importantes como cartillas escolares y noticias de expulsión no fueron traducidos, y muchas veces, los profesores no intentaron comunicarse con las familias hispanohablantes. Una madre mencionó que no sabía que su hija estaba teniendo dificultades académicas y de comportamiento, y cuando preguntó por qué el profesor no le llamó, simplemente dijo “Porque no hablas inglés.”  A los padres hispanohablantes no les fueron ofrecidas reuniones privadas con los profesores como a los padres angloparlantes por la falta de intérpretes, y muchas veces, personales de limpieza fueron utilizados en vez de intérpretes profesionales para conversaciones importantes y privadas. Esta violación de la confidencialidad nunca hubiera sido tolerada para un estudiante angloparlante. Según la Declaración Universal de Derechos Lingüísticos, todo estos ejemplos representan claramente un abuso del derecho fundamental de estos estudiantes a una educación adecuada en su lengua.

 

Me encantaría decir que la situación mejorado porque el caso fue resuelto “amistosamente”, pero lo que he observado no es así. Trabajé en una clase de ELL (English Language Learners) en Hillside High School hace dos años y vi de primera mano mucho tratamiento discriminatorio. La profesora de la clase de ELL fue proponente de políticas de “English Only,” pero no dio suficiente apoyo a los estudiantes. De hecho, ella dejó su trabajo a mediados del año, dejando sus estudiantes con varios profesores sustitutos aún más problemáticos. Por ejemplo, había un estudiante mexicano que solo hablaba una lengua indígena (la purépecha), que fue más o menos ignorado. Además, varios profesores llamaron a su lengua un dialecto, mostrando una falta de respeto por su cultura. Otra vez, cuando un estudiante dijo “Honduras es mi país,” uno de los profesores sustitutos le gritó, “You’re in America now. America is your country. Get used to it or get out.” Fui a la oficina central para reportar su comportamiento inapropiado, pero lo vi la semana después en otra clase.

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El caso de Durham es un ejemplo importante de la importancia de la importancia de litigación para fomentar los derechos humanos, como habla Schuttnab-Kangas. La comunidad latina logró derechos importantes, como más traductores calificados. Sin embargo, mis observaciones sugieren que el sistema legal es imperfecto, y siguen muchos problemas que requieren cambios más significativos.

 

 

 

 

Conclusión

Pensar en la discriminación en Salta, Gales, y Durham fue importante para mí para contextualizar mejor la discriminación lingüística. Este tipo de discriminación no es algo ajeno que solo ocurre en otras comunidades lejanas. Existe en nuestras comunidades, y tenemos la responsabilidad de ser conscientes. Pero a la vez, ser consciente es solo el primer paso. Según el articulo “Del interculturalismo funcional al interculturalismo critico,” hablar de relaciones interculturales (el interculturalismo funcional o neoliberal) no es suficiente. Tenemos que pensar y repensar las estructuras de poder que causan la discriminación, para entonces desmontarlas. Entonces, podemos empezar el proceso de valorar todas las lenguas en la manera que merecen. Gracias a Liliana, Nicolás, y todos mis compañeros por acompañarme en este proceso de pensamiento.

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